martes, 9 de diciembre de 2008

Sobre setentistas y otras yerbas

Vengo observando un fenómeno extraño en el uso del término "setentista". La oposicion intenta descalificar al gobierno acusándolo de setentista y, el gobierno no se siente para nada insultado por el término ya que, muchos de sus miembros, añoran el romanticismo ideológico de los "setentas".

Lo que no dicen ni unos ni otros es que los "setentas" tuvieron dos caras; el proceso también fue setentista, Videla también lo fue, los desaparecidos, los niños robados, los combates en Tucumán, los represores, la Triple A, López Rega, los Montoneros, el ERP, las FAR, la Masacre de Ezeiza, la de Trelew, Walsh. Larrabure, Pinochet en Chile, Kissinger en USA, D'Estaing en Francia y otros tantos.

El análisis me parece demasiado simplista, los setentas fueron muchas cosas, mucha gente, muchos sucesos. Fueron tiempos de extremos, fueron tiempos de no respetar la vida, fueron tiempos también de ideologías firmes y combatientes, de defender las propias ideas hasta la muerte misma, desapariciones y torturas.

Alguna vez alguien dijo que la violencia desde la izquierda revolucionaria solo había logrado legitimar al aparato represor que saqueó, desde el poder, los bienes del estado Argentino y avasalló los derechos de las clases más humildes hasta despojarlos hasta de su dignidad.

Quienes abominan del "setentismo" pretenden hacer de cuenta que no existió esa década; nadie quiere hacerse cargo de los crímenes que cometió nuestro estado con la complicidad y/o el silencio de toda la sociedad, hay quienes no reivindican los crímenes del proceso simplemente porque es "políticamente incorrecto" pero están molestos por esta manía de investigar y pretender que salgan a la luz tantas cosas indeseables.

Este gobierno tiene errores "setentistas", pero no creo que sean esos, creo que yerran cuando se sienten "iluminados" por la verdad y olvidan dar explicaciones y rendir cuentas de sus actos ante el soberano "el pueblo"; creo que son tildados de soberbios por esto mismo y creo que se desgastan en luchas, muchas veces, estériles.

No soy "K" pero tampoco como vidrio, quienes se dicen oposición tratan de mezclar el agua con el aceite, tratan de abarcar el discurso distribucionista con el llamado de la derecha y parece que el gobierno tuviera pegado un cartelito en el lomo "pegue que no duele" porque es deporte nacional pegarle al gobierno.

El radicalismo se opuso tenazmente a la privatización del sistema jubilatorio y luego, se opuso tenazmente a la reestatizacióin del mismo. Soy radical y no lo entiendo, imagino que quienes no tienen nada que ver con el partido entienden menos que yo. Carrió trata de enseñar catecismo desde el congreso y Lopez Murphy intenta explicar que en el 2.001 el tenía razón. Duhalde es quien es más prolijo pero, en ningún momento asume la responsabilidad que le cabe en la llegada al poder de los "K", su postura es similar a la de Scioli o Felipe Solá, son funcionarios u opositores de cualquier gobierno dependiendo si están adentro o afuera y los límites de Macri parecen ser el Riachuelo y la General Paz. Es poco serio señores, improvisado y absurdo como el armado que llevó al tacho tanta buena fe de nuestro pueblo en lo que se llamo la "Alianza" y ese fracaso, que dolió en el alma.

Dejémonos de joder, los juicios a los militares son una razón de estado que no debería ser motivo de discusión. A los criminales se los juzga, condena y listo; se busca remediar los crímenes que cometieron a través de la devolución de la identidad a los niños (hoy hombres y mujeres) robados por los criminales "setentistas" y basta. Hoy la discusión es como salimos adelante, como edificamos un país decente y como evitamos la inmoralidad del hambre y mortandad infantil. Si avanzamos en promover un sistema que no margine a tanta gente, seguramente no vamos a tener que lamentar más víctimas de la inseguridad, seguramente vamos a poder avanzar hacia un país mejor.

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