jueves, 20 de enero de 2005

Y... los forros son ellos

Ayer leí­mos, con agradable sorpresa, las declaraciones del vocero de la Conferencia Episcopal Española: monseñor Juan Antonio Martí­nez Camino; sobre el uso de preservativos para prevenir la transmisión del sida, mas precisamente dijo: "el uso del preservativo tiene contexto en una prevención integral y global del sida". Por supuesto, hoy, la iglesia española, a instancias del Vaticano, rectifica la noticia poniendo las cosas como deben ser, es decir; al mundo en el siglo 21 y a la Iglesia en el siglo XVII. La fecha en que vive la Iglesia no es tomada en forma arbitraria, solo recuerden que hace muy poco la Iglesia reconoció haber cometido un error al condenar a Galileo Galilei cuando sostení­a que la tierra giraba al rededor del sol y no al revés como se creí­a hasta entonces; esta afirmación le valió el calificativo de hereje y hubo de rectificarse para conservar su vida. Aún así­, sus últimas palabras fueron "y sin embargo se mueve" referiéndose, ovbiamente, a la tierra. Puestas de esta forma las cosas, no asombra que él poder central eclesiástico, desde el Vaticano, trate de poner las cosas en orden cuando a alguien (en este caso la Iglesia Española pero en otras ocasiones fueron la Brasilera en el 2000 o la Francesa en 1996) osa pretender actualizar la doctrina a los tiempos actuales.

Más que herederos de Cristo y San Pedro parecen continuadores de la obra de Caifás y el gran Sanedrí­n que tampoco comprendieron los cambios de su tiempo y mandaron a asesinar a un inocente (para muchos el mesí­as, hijo de Dios) para conservar su poder, su mediocre poder.

jueves, 13 de enero de 2005

Busquemos a Nico



Me resistí­ durante mucho tiempo a comentar algo sobre la tragedia de República Cromagnon, seguramente porque el dolor que me produjo fue demasiado y, realmente, no sentí­ que pudiera aportar demasiado; ni siquiera más confusión pero (siempre hay un pero) hoy me encontré con esta noticia que me produjo el efecto de un puñetazo en la nariz, es decir que me dejó dolorido y lastimado pero despierto, más despierto que nunca. Realmente lo que más me duele es que nadie haga siquiera un comentariosobre la inconciencia que implica llevar a chicos de tan corta edad a un recital de rock en un lugar cerrado.

Parece ser que ahora, toda la culpa de las desgracias sucedidas es de el gobierno o de los empresarios; no digo que no sean responsables pero me parece que alguna vez deberí­amos hacernos cargo de nuestras propias faltas y, una de ellas es casualmente la irresponsabilidad en la crianza de nuestros hijos, en esta tarea no nos puede reemplazar ni un empresario ni un presidente por más brillantes y honestos que fueran. Parece la historia de Salem con sus brujas, las "brujas" del gobierno y las empresas tienen la culpa de las pestes, la falta de cuidado de la gente no tiene nada que ver con eso, todos somos muy responsables.

¿Que pasa si empezamos a invertir la carga de la prueba?

Serí­a interesante que, como ciudadanos responsables que somos, controlemos la actividad del estado, incluso aquella que obliga al estado a controlarnos. Serí­a interesante que cuando vamos a un bar o a un restaurant y los baños no están en condiciones, no solo protestemos ante los propietarios o encargados por la situación sino también ante el estado porque algún funcionario no está cumpliendo con su trabajo. Tal vez serí­a bueno habilitar mecanismos para que esto se pueda hacer en forma más o menos sencilla y de ese modo, que el pueblo sea el inspector de los inspectores, el controlador de los controladores.

Por último quisiera agregar que deberí­amos ser coherentes en nuestros pensamientos y acciones y, el mismo celo que planteamos cuando somos público lo deberí­amos plantear cuando somos empresarios y no tratar de pasarle el cuarto a las normas de seguridad comprando certificados de fumigaciones truchas (sobre todo en locales del rubro gastronómico) o etiquetas falsificadas de los matafuegos que adulteran la fecha de recarga y tantas otras cosasque seguramente se hacen para burlar los controles perjudicando a la comunidad para obtener alguna ganancia.

Ahora, realmente desearí­a que internet sirviera para encontrar a Nico, imagino el dolor de su abuela buscándolo y rogarí­a a quien lo haya visto o llevado a algún lugar, quizás con intención de refugiarlo en su desgracia, que se comunique con ella y lo devuelva a su familia, él tuvo la desgracia de perder a su madre siendo muy niño, no le agreguemos la desgracia de perder a toda su familia e incluso su identidad.