miércoles, 1 de febrero de 2012

Torquemada estilo siglo XXI

El cierre de Megaupload, el encarcelamiento de sus máximos responsables y las posteriores notas periodísticas sobre la “fastuosa” vida de Kim Dot Com y muestran todo lo que era el sitio como un antro de delincuentes. Corren rumores de que los acusan de Lavado de dinero y quien sabe cuantas cosas más. Cuando escribí en el navegador: http://www.megaupload.com vi una imagen en la que se me informaba que el sitio había sido cerrado por infringir una serie de leyes norteamericanas. Según interpreté referidas a los derechos de autor. Pero claro, a la gente no le cae muy bien que encarcelen, cual modernos Torquemadas, a alguien por hacer algo que hace todo el mundo entonces lo acusemos de algo que a todos les cae mal: “lavan dinero del narcotráfico”. Los medios comenzaron a mostrar a un gordo desagradable que hacía ostentación de sus riquezas e inmediatamente a la mayoría de la gente empezó a no caerle mal que le hayan cerrado el negocio; la misma gente que hasta unas horas antes del cierre había estado descargando algún software o alguna película usando el gestor de descargas que ellos mismos proveían para facilitar la experiencia del usuario.


El pecado, siguen diciendo, es quitarles empleos a la gente honesta; dejar a los artistas sin su justa retribución y, en definitiva, ser unos tipos muy muy malos que viven a costilla del esfuerzo ajeno.


Internet ya demostró que no es la ruina de los artistas ni mucho menos sino todo lo contrario, el vehículo que pueden usar quienes recién comienzan sus carreras para hacerse conocer a un bajo costo. Internet demostró que no es la ruina de las empresas de software sino su vehículo propagandístico más barato y eficiente. Internet, por el contrario, si demostró que puede ayudar a que los opresores pierdan poder (recordemos la convocatoria a la rebeldía egipcia desde las redes sociales), puede convertirse, eventualmente, en un instrumento para combatir algunos privilegios injustos y es un ámbito en el que cualquiera, un día de inspiración, puede gritar “EL REY ESTÁ DESNUDO!!!”.


Evidentemente esto molesta a estructura de poder anquilosadas que solo desean el statu quo, esto molesta al gatopardismo de “cambiemos todo para que nada cambie” y buscaron el eslabón más débil para romper la cadena: Un gordo fanfarrón que encima administraba un sitio de descargas.


No pienso hacer una defensa de la personalidad de Kim dot Com ni mucho menos pero no nos dejemos engañar, el gordo es el pato de la boda en una guerra de intereses en la que el gran interés es encorsetar a la web y tratarnos de convencer de que la regulación por parte del estado (norteamericano por supuesto al que deberán adherir los súbditos extranjeros) y el control es lo mejor que nos puede pasar.


En esta guerra, los defensores de los copy rights (de las empresas, no de los artistas) se me representan como un movimiento de monjes escribas protestando y accionando contra quienes deseen usar imprentas, no vaya a ser cosa que la gente aprenda a leer y se entere de que dice la biblia no?