miércoles, 5 de julio de 2006

Los Secretos más oscuros del estado

Podemos leer en La Nación y en Página 12 (además de muchos otros medios) que la justicia convalidó la posibilidad de sancionar normas (leyes, decretos, etc.) secretas. “Son normas propias de todo régimen republicano”, dice textualmente el fallo de la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal y la verdad que, sin ser un jurisconsulto; desde mi sencilla posición de ciudadano, no estoy de acuerdo.
Voy a tratar de ponerlo "blanco sobre negro"; si en mi vida hago cosas que no puedo (no podré nunca) contarle a mis hijos seguramente no son cosas buenas; es más, son cosas malas. Si no puedo exhibir mi conducta ante mis seres más cercanos es porque algo estoy haciendo mal y si, como estado no puedo decirle a mis ciudadanos lo que hago también es malo.
Entiendo que en una situación de conmoción (como es el caso de una guerra) puede haber excepciones lógicas (no serí­a bueno mostrarles la estrategia a los enemigos), no creo que en situaciones normales deban ocultarse las normas que rigen nuestro comportamiento o el del estado.
Es cierto que si no se usan inmoralmente (como en el caso de los sobresueldos) no parecerí­an ser del todo malas pero si lo son. La naturaleza de una ley es el hecho de ser pública, el "error de derecho" no existe, no puedo aducir en mi defensa el hecho de desconocer la existencia de una ley y, si esta fuera secreta, no pueden obligarme a conocerla. Creo que en un gobierno de gente capaz no hay "iluminados" que deban tener privilegios en el acceso a la información.
Espero que la última instancia judicial (la Corte) falle en otro sentido e impida la proliferación de estas normas "secretas".

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