lunes, 9 de abril de 2007

El asesino es Sobisch, que no quepan dudas

Página 12 publica una nota firmada por Eduardo Aliverti en la que se analiza la realidad de la Provincia de Neuquen, en ella se analiza el rumbo que comienza a tomar el paí­s a partir de la falta de una oposición polí­tica que canalice el reclamo. Habla de la existencia de "minorí­as de alta densidad", de la falta de representatividad y de los vecinos planteando sus problemas directamente ante el gobierno o la sociedad.
La crisis que hizo eclosión en diciembre de 2001 sigue en marcha, la distribución de la riqueza no ha variado sustancialmente desde entonces y, no se ha encontrado un modelo alternativo al sistema tradicional de partidos polí­ticos que hizo crisis.
Los partidos polí­ticos han desaparecido como polea de transmisión de las demandas sociales pero, no hay quien los pueda reemplazar por lo que el gobierno debe confiar en algunos iluminados o, simplemente, actuar de acuerdo a quien haga más ruido. Pienso que esto, a la larga, puede llevar a situaciones más injustas.
La situación neuquina no es aislada, en cualquier parte del paí­s pueden ocurrir sucesos similares. El problema de fondo sigue sin resolverse y, no solo eso sino que sigue sin enfrentarse. Deberí­amos dejar de mirar hacia el costado y, por lo menos, definir el problema en todo su alcance y así­ poder, entre todos, buscar una solución. En principio, cada uno deberí­a comenzar por asumir la responsabilidad que le cabe en todo esto: El Sr. Sobisch deberí­a dejar de hacerle daño al paí­s y dejar el gobierno, es responsable de tener a un asesino en su policí­a y haberle dado carta abierta para que actúe a discreción.

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