miércoles, 19 de abril de 2006

Por la razón o por la fuerza

Siempre me llamó la atención esta leyenda que se encuentra en el escudo chileno, me parece que muchos patriotas del paí­s hermano quizás alguna vez abusaron de ella para justficar algunas barbaridades. Como casi toda frase, puede usarse con fines nobles o viles.
Puse dicha frase como tí­tulo de esta entrada porquees lo primero que me vino a la mente luego de leer este artí­culo de Mario Wainfield a propósito de los incidentes en el puente fronterizo de Colón y las fallidas elecciones de la UBA. Siempre tiendo, por formación, a darle la razón, a priori, a los más débiles en una situación de este tipo o al menos a quienes parecen serlo. En estos casos me pareció que los ambiantalistas hací­an las cosas bién para hacerse oí­r y, nunca me atreví­ a pensar que la FUBA podí­a cometer un error pero esta nota me hizo refleccionar.
Hasta que punto es lí­cito el uso de la fuerza, ¿ han caí­do tanto nuestras instituciones que no confiamos para nada en ellas y tenemos que hacernos oir por la fuerza, cortando un puente, tomando una universidad o cortando un tren ?
A veces, sin quererlo, fortalecemos a quienes más nos dañan. Estoy seguro que las papeleras tienen más fuerza a partir de la intransigencia de los "ambientalistas" y, seguramente hay más ejemplos de este absurdo.
Quizás sea hora de comenzar a usar más la razón y menos la fuerza, no siempre el método puede justificarse a través de los fines y, un paí­s serio, respeta los métodos, las leyes y las instituciones aunque estas no siempre respondan como es debido. Sin este respeto básico es imposible amalgamar la diversidad de opí¬niones e intereses que conforman la ciudadaní­a, ¿vamos hacia una gritocracia, el gobierno de los más gritones?. Los héroes de la jornada son los piqueteros, los villanos son los polí­ticos, los gobernantes. No creo que con este modelo de sociedad podamos llegar muy lejos, no creo en la ley de la selva.

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