lunes, 10 de diciembre de 2007

1983-2007, 24 años, De Alfonsí­n a Cristina

Recuerdo la emoción que era verlo a Raúl Alfonsí­n, electo por el pueblo, asumir la presidencia de la Nación, todas las ilusiones de la democracia recién reconquistada y los sueños...

Pasaron 24 años y hoy, la democracia parece consolidada como institución.
Los argentinos vivimos la inestabilidad de las asonadas militares de Rico, Seineldí­n y compañí­a entre el 87 y el 89, la salida anticipada (provocada) del gobierno de Raúl Alfonsí­n, la Tablada, los 10 años de menemato en los que tuvimos que soportar a viejos señores criminales enseñoriarse en el poder, el desgobierno de De la Rúa y la tragedia del 2.001; de todas esas circunstancias históricas, la Argentina salió de pie, democráticamente y fortalecida en sus instituciones. Los dirigentes tuvieron que estar a la altura de las circunstancias y ponerse de acuerdo para comenzar de nuevo y lo hicieron. Vivimos una sucesión interminable de presidentes que no duraron nada en su puesto hasta que Eduardo Duhalde logró el gran acuerdo polí­tico. Vivimos el "que se vayan todos" (¿no se fue nadie no?), vivimos la inflación, el plan austral, la hiper, el 1 a 1, la integración con los paí­ses vecinos, la crisis diplomática con Uruguay, el repudio del norte, el aplauso del norte, candidatos que hablaban de penas de muerte, promesas, desengaños, el juicio a las juntas, punto final, obediencia debida, indulto, parecí­a que la impunidad no tení­a vuelta pero... las instituciones democráticas reaccionaron y los genocidas están cayendo.

En esta maraña de cosas desordenadas que me acuerdo y otras tantas que, seguramente se me están pasando pasaron estos 24 años, el placer de verlo derrotado al turco ni lo cuento; ver como Néstor Kirchner llegó a la presidencia con el 22 % de los votos y es el presidente que se retira con el mayor grado de popularidad de la historia (por lo menos de estos 24 años), ver como elegimos a la primera presidente de la historia (La isabel fue electa vice) etc.

Realmente cambiamos en 24 años, a nadie se le ocurre ahora ir a tocar las puertas de un cuartel cuando hay una crisis, la derecha no es patrimonio exclusivo de las fuerzas armadas, ahora compite electoralmente y puede ganar y perder, la izquierda también entró al sistema y no necesita poner bombas para ser escuchada. Son 24 años que me hacen tener esperanzas, creer en los cambios, pensar en positivo.

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