jueves, 1 de febrero de 2007

Dolor y vergí¼enza

Es lo que provoca la muerte absurda de una nena que jugaba en una plaza. Hay cosas que son imperdonables, hay cosas que no tienen solución. A veces la ausencia del estado en alguna de sus funciones solo provoca incomodidad o fastidio pero en casos como este, la tragedia no tiene solución. No se le puede explicar nada a los padres de la nena, a sus hermanos, a su familia, a sus amigos, a sus vecinos, etc.
Nuestra sociedad no deberí­a cargar sobre sus hombros con semejante crimen, es hora de que reaccionemos.
Estas cosas se pueden evitar, estas cosas se deben denunciar antes que ocurran las tragedias, debemos tomar nuestro rol de ciudadanos y no llorar sobre la leche derramada.
Es fácil culpar a los funcionarios pero somos nosotros quienes los elegimos, quienes les damos lugar a cometer "errores".
Siento dolor al saber que mis hijos juegan cotidianamente en plazas como la de Derqui y están protegidos por funcionarios como los de Pilar.
Ojalá aprendamos a vivir en sociedad y tomar cada uno nuestra responsabilidad.

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