martes, 15 de julio de 2008

Todos al Acto!!!

Esa es la consigna para el día de hoy; si usted está de acuerdo con el reclamo campero puede ir a un acto y si está de acuerdo con el gobierno y las retenciones móviles puede ir al otro acto. Pocas veces en la historia de nuestro país hemos tenido la posibilidad de elegir el menú del día.

El problema es si no tiene usted clara una posición o si tiene una clara posición en contra de todos los que arman lío (hay un gran sector de la población en este grupo) porque deberá (si vive o trabaja en Buenos Aires) bancarse la ciudad cortada por la mitad y no podrá circular libremente por sus calles para hacer sus trámites, trabajar o simplemente pasear.

Se destaca en este conflicto la virulencia de los actores que lo protagonizan; es una especie de mediocre duelo dialéctico entre los representantes menos lúcidos y más mediáticos de cada bando, y acá me voy a detener un poco. Me resulta dificil de creer que alguien, por más radicalizada que este su posición en contra del gobierno, pueda defender los exabruptos de De Angeli (eso del lomo a 80 mangos fue patético) o alguien, por más oficialista que sea, pueda defender las barrabasadas que habla D'Elía y sus peleas mediáticas con personajes escandalosos como Fernando Peña. Esto, mal que nos pese, tiene una explicación en las características de nuestra sociedad, parece ser que el único idioma que entendemos es el del escándalo; idolatramos a personajes mediocres y sin brillo cotidianamente, consumimos a diario disputas sin sentido por los medios de comunicación y no tenemos el más mínimo sentido crítico. En definitiva: consumimos toda la mierda que nos mandan.

Este entrenamiento en el consumo "chatarra" nos preparó lo suficiente y hoy, cuando lo que se decide no es quien gana un concurso de baile, canto o lo que sea; si no cuestiones políticas de fondo para nuestro país, recurrimos a los mismos artilugios mediáticos para resolver la disputa.

Ojalá me equivoque pero no le veo buen fin a esta pelea, gane quien gane, el resto no sabremos, en realidad, cual era la causa de la misma y, por lo tanto, no sabremos que se decidió en realidad.

Me viene a la cabeza una frase de Fito Paez con la que finalizaba el tema "Tiempos Difíciles":

"Limpia tus labios de tanto vino querido país"

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